El día de hoy me tocó instalar por vez primera el nuevo sistema operativo de Mocosoft, Windows 7, a petición de mi buen amigo el Gus.
Los comentarios que había escuchado eran de que nada que ver con Vista. Un sistema mucho más ligero, más pulido, ágil, y no tan enredoso como el anterior.
La instalación fue bastante sencilla; solo se tardó un rato a la segunda reiniciada, pero creo saber que fue, algo particular de la máquina.
Al ser instalado sobre un Vista, es decir, sin actualizar, pero tampoco sin formatear, el programita hizo algo que jamas había visto en un Windows; hizo un respaldo de todas las carpetas de sistema y usuario, dentro de un folder aparte, llamado Windows.old, al más puro estilo Mac.
En cuestión de controladores, cero problemas. Detectó todos los dispositivos desde video hasta red inalambrica, sin chistar. Esto, no lo puedo negar, me impresionó bastante.
Al terminar tuvimos un sistema operativo aparentemente estable, bastante ágil, mucho mas ligero en cuestión de recursos, y con una interfaz fresca. La máquina en general funciona mucho mas rápido que con Vista.
Habrá que usarlo algunos días para tener una visión mas amplia de lo que promete ser una mejor experiencia para el usuario, sin los dolores de cabeza a los que Vista somete a sus usuarios día con día. Veremos…
Creo que esto es un buen paso para quienes siguen siendo usuarios de Windows, ya sea por gusto o porque no les queda de otra.
Sigue siendo Windows, sigue teniendo virus y demás, pero creo que Microsoft hizo lo que debió haber hecho hace 3 años: escuchar a sus usuarios.
Creo que Windows 7 sí logrará robarle terreno al venerable ancianito XP. Habrá que esperar los famosos Service packs, con los que Microsoft acostumbra afinar detalles y corregir horrores.