Pues hoy cumplo una semana de haber sido inducido al Mundo Mac, primero por mi evangelizador, el muso, y luego por mi patrón, quien tambien se esta convirtiendo en un real Maquero, y se mochó con una flamante iMac nuevecita, y mi compa el Don Patas, que tambien va pa alla que vuela.
En esta ocasion me centraré en el software, ya que es lo que más revolucionario me ha parecido contra la computadora personal, tal y como Microsoft nos la ha plantado ante los ojos.
Debo decir que la experiencia ha resultado mucho más grata de lo que yo podía haber imaginado. Aunque al paso del tiempo he sido un convencido de que Windows es una shit, debo ser honesto y admitir que Linux aún no llega al nivel de competitividad en cuanto a facilidad de uso y facilidades gráficas de éste. Claro, esto solo hablando a nivel Interfaz. Si hablamos de estabilidad, seguridad, facilidades técnicas, márgenes de error, y problemas, eso ya es otro boleto y ahí sí, Linux ha demostrado ser infinitamente superior, gracias a su corazón basado enteramente en Unix y las excelentes aplicaciones del grupo GNU, y es lo unico que recomiendo para usos serios.
Dicho esto, paso al meollo del asunto. Desde hace meses venía yo sintiendo la incipiente curiosidad de usar Mac, mucha de esta curiosidad inspirada por el Muso, que ha sido un excelente guía introductorio. A decir verdad le sacaba un poco la vuelta porque creí que sería difícil adaptarme a las grandes diferencias gráficas y funcionales de Mac. Equivocado estaba. Hasta el dia de hoy, no solo no he tenido dificultad alguna en el uso del sistema operativo, si no que estoy avanzando a pasos agigantados en dominar todas sus funciones.
Puedo decir que es un excelente sistema operativo, tanto técnica como visualmente. Visto desde el punto del usuario final, no podría ser mejor. Agradable, fresco, intuitivo y realmente fácil. Con funciones muy innovadoras como el Dashboard, una especie de escritorio alterno con utilerías de primera mano (calculadora, reloj, calendario, y miles de juguetes mas que se pueden bajar del sitio de Apple), todo a un clic de distancia. Spotlight, que es la respuesta ínfinitamente superior al viejo, soso y lento buscador de windows. El Exposé, cuya función es de organizar las ventanas de nuestro escritorio al toque de una tecla o un boton del mouse, entre muchas otras que lo hacen estar en otro nivel.
Una de las reacciones más comunes de los usuarios de Windows ante la pregunta de si cambiarían a Mac, es la compatibilidad. Apple se ha esforzado mucho en este sentido, y la verdad es que la transición es casi transparente. Absolutamente tooooodos los tipos de archivo que le vengan a uno a la mente que se usan en windows son transparentes hacia Mac. Imágenes, archivos multimedia, documentos, aplicaciones especializadas, etc etc.
En Windows, es extremadamente comun que para hacer distintas cosas tengamos que recurrir a programitas, programitas, programitas. Winzip, Winamp, Nero, Easy CD, WinRAR, y toda la bola de mugres que tenemos que atascar en nuestras máquinas para que éstas puedan funcionar más o menos para todo. Apple se ha preocupado de proveer a su sistema operativo con todo lo que el usuario requiere para que al desempacar el equipo y conectarlo, éste se encuentre listo para trabajar. Y lo mejor de todo. Funcionan, contrariamente a las aplicaciones de Windows que estan terriblemente mal hechas, pesadas, feas e imprácticas (ejemplos: Windows Media, Movie Maker, Paint).
En lugar de la vieja barra de tareas de Windows, nos encontramos con el revolucionario Dock, que nos pone las aplicaciones más comunes excelentemente organizadas al pie de la pantalla en iconos animados. Esto elimina en su totalidad el lastre de «inicio -> Programas -> accesorios -> Sistema -> blablabla», por supuesto, absolutamente personalizable en tamaño, diseño, ampliación, aplicaciones, y forma de operar.
Otra notable diferencia contra Windows es la manera de operar los menús de cada aplicación. En lugar de agotar la memoria desplegando un menucito en cada ventanita que tenemos abierta, Mac organiza el menú en una sola ubicación, en lo alto de nuestra pantalla; el cual cambia contextualmente según la ventana en la que nos encontremos trabajando. Tambien ahí, disponible en todo momento, encontramos el menú principal del sistema, disponible para cambiar preferencias, administrar la red y los procesos, y manipular el encendido y apagado del equipo. Esto deja al aburrido y complicado Panel de Control de Windows en los suelos.
En el punto de vista técnico, su valor se puede describir en una sola palabra: Unix. A partir de su versión 10 (mas conocida en su representación romana, X), Steve Jobs (presidente de Apple Computer) tomó una de las decisiones más acertadas en su búsqueda de robustez para sus equipos: fundar su sistema operativo en el ambiente Unix. Esto le dio un giro totalmente vanguardista tecnológicamente hablando, posicionandose así a años luz de distancia de cualquier sistema operativo proveniente de Microsoft. Seguridad, estabilidad, y posibilidades infinitas en el desarrollo, y el apoyo a las tecnologías abiertas (opensource), absolutamente contrarios a la vision cerrada y centralista del tio Billy. Lo anterior, para el usuario, significa 0 virus de windows, 0 spyware, 0 adware, 0 problemas.
Para los que nos dedicamos a la administración de sistemas y redes, MacOS pone en nuestras manos el poderoso conjunto de herramientas de Unix, lo que le abre posibilidades infinitas de desarrollo, administración, servicios de internet, acceso remoto a servidores, etc, como el shell de comandos ‘bash’, importado directamente de Linux. y el administrador gráfico X11, con el que podemos ejecutar aplicaciones Unix, tanto localmente, como desde servidores remotos.
En resumen, MacOS X hace posible lo que parecía imposible: reunir lo mejor de dos mundos; la robustez, estabilidad y seguridad de Unix, con la belleza de una interfaz gráfica facil, intuitiva y sin enredos de ningun tipo. Quien dice que Windows es facil, lo reto a que use Mac.