Como reza aquel dicho del (im)popular personaje de Chespirito «la Chimoltrufia»: yo como digo una cosa, digo la otra.
En días pasados recibí una computadora a reparación. La principal queja: está lenta. La causa inmediata: Windows Vista.
Efectivamente, es una de las víctimas que recibieron su nuevo equipo preinstalado con uno de los mayores OSOS de la historia tecnológica moderna.
Siendo un equipo de no mucha antigüedad y con suficiente procesador y memoria RAM, mi recomendación fue actualizarla a Windows 7. Ya había tenido yo experiencia instalándolo en PCs con Vista y visto la mejora notable en rendimiento y velocidad al arranque (cosa en la que el mencionado Windows es ASQUEROSO).
Debo decir que, de nuevo, me sorprendió. Instalación rápida, sin contratiempos, sin cargar 80,000 controladores innecesarios al inicio de la instalación (como XP, que cómo hace perder tiempo), y el sistema bastante limpio y compatible con todo el hardware, y, hasta donde pude comprobar, estable.
Aún cuando para su marungo servidor sigue siendo Windows, con sus tecnologías del año del caldo (BIOS, letras de unidad, DLLs, distribución de archivos desastrosa), creo que tanto para el usuario habituado a este sistema como para quien se dedica a dar soporte técnico, es un respiro en muchos aspectos.
Ya veremos como se comporta al momento de solucionar problemas…
windows 7 rulz!!