Un viejo y cansado rumor (bastante sórdido, por cierto) de que Paul McCartney murió en 1966 y que desde entonces lo ha suplantado un doble (llámese Billy Shears, William Campbell, o como les guste más), ha sido reavivado debido a un «documental» que dice ser el testamento de George Harrison, y promovido en las redes sociales.
Muchos saben que soy beatle fan de hueso colorado desde hace más de 25 años. He leído y visto un sinfín de libros, revistas y documentales desde todos los puntos de vista posibles; desde familiares hasta detractores. En ninguno de ellos (todos serios y documentados), se maneja ni siquiera como posible la falacia de que Paul está muerto.
Pero viendo el documental (a mi pesar y con vista crítica), no pude evitar hacer un recuento de los disparates que se avientan.
FALSEDADES
– Las palabras y recuerdos que le atribuyen a George, no son para nada parecidas a como él se expresaba. Y miren que lo he visto, escuchado y leído bastante.
– Muchos de los clips que usan de entrevistas con ellos los había visto ya en otros documentales, sólo que en este les dan el contexto que a ellos interesa.
– Es risible el comentario ese de que la noche del accidente no se ponían de acuerdo en «las letras». El que escribió eso, claramente ignora cómo trabajaban Lennon y McCartney en 1965-66. Para ese entonces cada uno componía sus canciones, y si se atoraba en alguna estrofa, pedía la colaboración del otro, pero ya no componían íntegramente juntos. Eso de que Paul quería un coro «cursi» es un estereotipo muy repetido, de nuevo, por gente que no conoce a fondo.
– El supuesto accidente:
Resulta difícil creer que después de la dichosa discusión en la madrugada, Paul haya emprendido un viaje largo en coche, ya que vivía prácticamente a la vuelta del estudio. De hecho, compró esa casa en el 7 de Cavendish Avenue, para estar cerca y caer al estudio primero que nadie. Hasta hoy sigue siendo un adicto al trabajo (de ahí sus giras como si fuera joven, con conciertos de tres horas). Tampoco creo que por más famoso que fuera Paul, interviniera el servicio de inteligencia británico. Eran músicos, no políticos ni miembros de la realeza.
En cuanto a que no querían parar en su tope de creatividad, realmente era Paul y no John quien los impulsaba a seguir. Lennon después dijo que desde que dejaron de hacer giras, en agosto de 1966, se estaba planteando el terminar con el grupo, de modo que la muerte de Paul le hubiese dado la pauta. Harrison también empezaba a separarse. Empezaba su identificación con la cultura y religión hindú, y para la fecha de la supuesta muerte, estaba más interesado en ello que en los Beatles. Siguieron gracias al entusiasmo de Paul por producir discos, que iban a ser su obra maestra. Sin él, quizá se hubiesen estancado.
– Las portadas de discos:
Lo de las portadas es otro asunto de risa. Para empezar, una de las más sonadas es la de los carniceros, en el que tienen pedazos de carne y muñecas decapitadas «sugiriendo la muerte de Paul», fue tomada y publicada en 1965 para una edición americana llamada «Yesterday… and today». Un año antes del accidente. ¿Los Beatles eran mediums y sabían que Paul moriría?
La del disco Sgt. Pepper, los monos tristes, son estatuas de cera del museo de Madame Tussauds, no imágenes del funeral. Lo demás son puras interpretaciones a modo.
En cuanto a la del paso de cebra, Paul iba descalzo no por estar muerto, sino porque era agosto y hacía bastante calor. El saco blanco de Lennon y la ropa de mezclilla de Harrison, si ven otras fotos y video de la época, se darán cuenta de que era común en ambos en ese tiempo. John incluso se casó con esa misma vestimenta.
Por otro lado, el album Rubber «Paul» fue lanzado en diciembre de 1965. ¿Qué pasó ahí? ¿Otra premonición?
Lo mismito con Revolver. Fue grabado en mayo de 1966, seis meses antes de la muerte.
El asunto del LSD sucedió exactamente al revés de como lo plantean en el documental. John y George fueron inducidos al LSD por su dentista en 1965. Paul, quien era más hombre de familia, temía que la droga lo cambiaría demasiado, y fue el último en probarla. Su error fue ser demasiado ingenuo para hablarlo en televisión, causando un escándalo, como John con lo de ser más populares que Jesús.
– Canciones al revés:
Esta es otra jalada que sacaron desde que empezaron los rumores. En realidad esta técnica la descubrieron por equivocación cuando grababan Revolver, de nuevo, meses antes del accidente. También muchas de las que mencionan en el documental, de plano están alteradas (es facilísimo hacerlo con programas de edición de audio).
En el Album Blanco, ya habían surgido las primeras versiones del rumor, y tanto a John como a Paul les parecía estúpido que el fanatismo llegara a generar tales monstruosidades, y John hizo mofa de ello en la canción Glass Onion y otras.
Las voces en I am the walrus son de la representación de Macbeth, obra de Shakespeare, que había grabado su productor para un disco; no son grabadas por ellos.
– La película Yellow Submarine, filmada en 1968, está basada en la canción del mismo nombre, grabada… a que no adivinan cuándo. En efecto, en mayo de 1966, para el álbum Revolver.
– Es mentira que Linda Eastman los había fotografiado desde el principio de su carrera. Ella empezó a dedicarse a eso por ahí de 1967, y la primeras fotos que obtuvo de ellos fue en la presentación del álbum Sgt. Pepper, en ese año. Casi ocho meses después del «accidente».
– Let It Be no fue el último disco grabado. Fue el último en lanzarse por diferentes circunstancias. La última grabación de The Beatles fue para el álbum Abbey Road.
– Dicen que se dejaron el bigote para parecer más viejos… ¿Cómo explican que Paul a sus 40 años se veía igualito que a los 30? Era el mejor conservado de los cuatro, contrario a lo que dice el documental. ¿Más cirugías? ¡Hubiera terminado como Michael Jackson!
– La canción en la que supuestamente lloran la muerte de Paul, The One After 909, fue compuesta por John y él en sus inicios, y hay una versión grabada en 1964, que apareció en el disco 1 de la Antología.
– John vivió en Inglaterra hasta 1973, donde hizo muchísimas apariciones públicas sin el menor temor, con sus manifestaciones por la paz. Yoko no era cantante, era artista plástica.
– Paul jamás ha tocado diestro. Lo que hicieron en el documental fue voltear la foto. Es notorio en la guitarra fijándose un poquito en los detalles.
– Cuando alguien sufre de dolores como los que presuntamente sufría Faul por sus cirugías, no se hace adicto a la marihuana, sino a la heroína, como le sucedió a Lennon cuando tuvo un serio accidente de coche en 1969.
LOS HECHOS
Toda esta marabunta de pendejadas se originó, como bien dicen en el documental, gracias a que un pendejo con iniciativa, locutor de Detroit, juntó las dichosas pistas con el hecho de que ya no estaban haciendo giras, e inició todo el rumor, mismo que creció de tal forma que a 45 años seguimos hablando de ello.
En realidad el rumor tiene 20% de verdad. Paul sufrió un accidente en 1966, pero no en coche, no en Londres, y obviamente sin consecuencias fatales.
El accidente ocurrió en el verano de ese año. Paul fue a Liverpool a vistar a su familia y una tarde salió en motoneta al puerto. Desgraciadamente una piedra en su camino le enseño que su destino era romperse la madre, y cayó de bruces contra el pavimento. Con el madrazo, se rompió un diente, y este le atravesó el labio (como puede verse en una de las fotos que usan en el documental). Si observan el video que pongo a continuación, claramente se nota la jeta hinchada y el diente roto.
A raíz de esto, viene el bigote para los tiempos de Sgt. Pepper, y los demás simplemente les latió y le hicieron segunda.
El rumor surgió por ahí de 1968, tiempo en el que Paul, tras grabar el Album Blanco, se fue de vacaciones a su granja en Escocia, por lo que desapareció por un tiempo y ayudó a alimentar las habladurías, aunque después periodistas fueron en su búsqueda, lo ubicaron en su casa, y salió en la portada de varias revistas diciéndo NO ESTOY MUERTO, IDIOTAS. ¡ESTOY DESCANSANDO!
En mi opinión el rumor siempre me ha parecido un sinsentido. No puede ser que exista alguien que sea tan parecido físicamente, aún con cirugías, y más, su voz es la misma desde 1962, solo ha madurado (y envejecido, obvio), pero era imposible que tuviera el mismo vibrato, la misma tesitura, los mismos matices, y el mismo tono. Eso ningún cirujano plástico lo puede lograr.
En todo caso, el «doble» resultó más talentoso que el «original».
Mi conclusión: NO MAMEN.
Gracias.