Como pinches bolsones que somos en mi área de trabajo, tanto mi amigo Hugo como lloviznando nos la pasamos con weba todo el día.
Hoy no fue la excepción, pero algo me llamó poderosamente la atención. A medida que el joto del Hugo bostezaba como león, sentí que su peculiar forma de bostezar me recordaba a algo. ¿posiblemente un animal?
Escudriñé en los rescoldos de mi memoria por un rato, hasta que de pronto… me empece a reír pasando de lo discreto a la carcajada incontenible.
¿Por qué la risa? ¿A quien me recordaron los bostezos de mi joto amigo? ¿Un león de circo, acaso? No. No era por ahí.
La respuesta, en el video…
(Si no recuerdas a este perro, eres demasiado joven)