Hoy se va un hombre que cambió muchas cosas a su paso por el mundo.
Se ha ido el verdadero impulsor de la computación personal, creador de conceptos antes impensables para el ser humano.
En mi mente y en la de muchos que saben la verdad detrás de lo que se conoce superficialmente, Steve está muy por encima de Bill Gates en todos los rubros. Originalidad, visión, innovación, perfeccionismo, y más.
Como todos los grandes, Steve no lo inventó todo. Cierto que Steve no inventó la interfaz gráfica, pero tomó una idea que otros desecharon y le dió forma, color, y la hizo grande. Gates solo aprovechó una oportunidad, y le robó el lugar en la historia que merecía por mucho más que un sistema operativo mediocre. Quizá omnipresente, pero aún así, mediocre.
Y de ahí, la revolución tecnológica: iPod, iPhone, iPad… la industria de los teléfonos inteligentes y las tabletas no sería lo que es ahora sin Jobs. Ahí es donde se vió quién es quién. Gates se ha quedado muy, muy atrás.
Dificilmente Apple será lo mismo sin el. Ojalá Cook y quienes vengan despues puedan llenar sus zapatos. Lo dudo.
Descansa en paz, tío Steve.